Bélgica es más que un país

Constantemente siento esa fuerte sensacion... de que ésto es lo que tenia que hacer... Y si estoy lejos de mis afectos, y tampoco tengo la respuesta ni el plan para cuando retorne... Retorno? Caminando, recorriendo, comiendo, disfrutando, riendo bajo la lluvia, el festival de colores de las calles, viendo el "desorden" del tráfico, las infusiones de hierbas que venden en las calles en bolsa plastico, los chicharrones, las frutas, las mamitas ofreciendo sus cosechas, las llamitas en las calles, la gentileza de la gente, sí, así es por estos lados de Sudamérica. He leido mucho acerca de que viajando te encuentras como mucha gente buena, y tengo el agrado de haberlo experimentado: La señora en La Paz que se bajo conmigo del bus para llevarme a mi hostal,  el señor que me mostró el barrio alto de la cultura paceña, la coordinadora del terminal de buses que me llevó hasta una movilidad, la familia de Amantaní que me trató como una hija más. La larga y agradable conversa con

Por estos dias... Bendigo los días que me pongo ropa limpia, y la comodidad de un colchón que tenga la medida exacta entre dureza y blandura... Por estos días, uso varios días la misma ropa y ni hablar de cambio de "chompas" ya que solo un par me acompañan. No soy, ni nunca he sido mujer de tacos altos, mis compañeras son las zapatillas. Ni carteras, siempre prefiero la mochila. Y aún puedo decir que llevo y vivo haaaartas comodidades. Me conmueve la tierra sembrada, los animales corriendo por los prados y el aroma de las flores y plantas. Mi pelo siempre con un mechón parado que refleja un poquito de la "rebeldía" que llevo de alejarme del modelo de princesita... que nunca me gustó; aaaalgo poco de rebeldía por ir por lo que clama el alma, aunque sean formas fuera del deber ser. Amo el momento en que tomo mi mochila y camino hacia un nuevo destino, dejando atrás todo lo que me enseñó y mostró el destino recién vivido. Celebro la lluvia a mi paso, y los h